martes, 22 de octubre de 2013

Koh Mook: jungla y lluvia

Con todo el dolor de mi alma he salido de Koh Tao. Me hubiera quedado a cursar el Rescue, el Dive Master y todo lo necesario hasta hacerme instructora de buceo. Pero no estoy segura que yo valdría para ello (mi paciencia me puede) y mi acompañante ya quería salir de la isla. Puede ser que vuelva... pero de momento, mochila y camino.

Dirección a Surathani para ir hacia el sur y acercarnos a Malasia nos encontramos con varios mochileros que también pasarían la noche con nosotros en el barco. Entraron dos australianos borrachos que habían estado de fiesta todo el día, que contrastaban con las dos chicas alemanas que teníamos de vecinas. Acababan de cumplir los 18 años y parecían no haber roto un plato en su vida. Personas e historias que entran en tu vida de forma fugaz pero hacen que lleves puesta la sonrisa en cada momento.

Nuestra cama en el barco: Koh Tao - Surathani por 600 Bahts
Hacía muchas noches que no dormía así de bien, pero a las 05:00 de la mañana ya llegamos a nuestro destino y tocaba coger el minibus dirección a Trang.

En Trang optamos por seguir hacia una isla sin bancos, sin tiendas, con naturaleza y unas cuevas preciosas, a destacar la Emerald Cave.
Vistas desde el barco

Barco hacia la isla Koh Mook
Al llegar, disfrutamos de una tarde de playa entre cangrejos y olas, pero al día siguiente la lluvia hizo imposible la visita a las cuevas.
Mari - la - loca - de - la - playa

Animalitos bajo la arena

Sebastian en Koh Mook
Menos mal que pasamos el rato paseando bajo la lluvia en la jungla con barro hasta las rodillas y en el Ting Tong bar charlando y riendo con gente local.
Tiki Tiki - el único bar de la isla

El dueño había construido el bar con sus propias manos y tan sólo tenía 22 años. Su suegro, el gran "jefe" de la isla, nos ofrecía sepia cruda con una salsa más picante que el tabasco extra, mientras sus amigos nos retaban a hidalgos con cerveza.  
Sepia cruda
Compartiendo cena

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